Autor: Guillermo Enrique Hudson
292 páginas
22x15 cm
La existencia de este libro es el fruto del trabajo realizado por Tito Narosky y Diego Gallegos en la traducción, compilación y revisión de las cartas, que, junto con las pieles de aves y algunos animales provenientes de la provincia de Buenos Aires, Hudson envió, siendo un naturalista de campo, al Museo Nacional Smithsonian de Historia Natural y a la Sociedad Zoológica de Londres, mientras vivió en Argentina, su país natal.
Su legado no deja de sorprender y obnubilar a generaciones de ornitólogos y naturalistas. A través de descripciones minuciosas
del entorno y de sus habitantes alados, podemos, en la actualidad, tener una certera concepción de la flora y fauna de esa época para poder compararla con la actual.
No solo se trata de un registro histórico viviente de la provincia
de Buenos Aires, sino del fruto de las muchas incursiones en la naturaleza todavía prístina, que Hudson vislumbró durante su juventud.
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